En esta sección de creaciones propias, aprovecharé para hablaros de un proyecto de la asignatura Diseño Gráfico II, impartida por el profesor Juan Jesús Arrausi. El trabajo consistía en la creación de un anuncio publicitario de una nueva máscara de pestañas llamada Lash Accelerator de la marca Rimmel London. A continuación, os expondré el proceso de descarte que llevé a cabo para la elección del eslogan y del cuerpo de texto.
Antes de decidir que el eslogan “¡cuídalas y rízalas!” era el que mejor funcionaba, barajé distintas posibilidades. La primera fue utilizar el inglés: “raise them up!”, que significa hazlas crecer o súbelas. Con esta opción solo se llegaba a un público que conociera este idioma en profundidad y dentro del contexto de la sociedad española, no abunda en exceso.
Decidí descartar “hazlas crecer” porque, según mi criterio, no llegaba a llamar la atención del público y además, no era lo suficientemente creativo. Finalmente, en una línea parecida al eslogan final, pensé en utilizar una oración yuxtapuesta: “¡cuídalas, rízalas!”, pero en este caso faltaba una relación entre las dos acciones, que al fin y al cabo van unidas ya que con esta máscara se cuidan y se rizan las pestañas al mismo tiempo. Por ello, el uso de una frase coordinada copulativa fue la opción más acertada. Además, hay que destacar que presenta una rima consonante, y así, al público le resulta más fácil de memorizar.
El cuerpo de texto redactado es el siguiente:
“La nueva máscara Lash Accelerator crea en tus pestañas un efecto de rizado al instante, gracias a su revolucionario aplicador. Además, debido a la biotina, aumenta progresivamente su tamaño natural. De la misma forma que un buen champú cuida y da volumen a tu cabello, ¡deja que Rimmel London haga lo mismo con tus pestañas!”
El propósito de este cuerpo de texto es explicar las características del producto que se anuncia, pero a la vez, captar la atención del público femenino. Hay una comparación entre un champú y la máscara de pestañas anunciada, ya que los dos presentan la misma función: cuidar y rizar. El lenguaje utilizado es claramente publicitario, hecho que se observa en la utilización del adjetivo “revolucionario” para realzar las características del aplicador y en la corta extensión de las oraciones. Por todo esto, puedo afirmar que aún siendo un anuncio de prensa, la publicidad no usa una redacción objetiva, sino que opta por la persuasión a través de distintas estrategias.
En los anuncios de cartelera cinematográfica, también se realiza un proceso de descarte hasta que finalmente se consigue crear un título de película eficaz. En cuanto al cuerpo de texto, normalmente se suele introducir una sinopsis redactada objetivamente (por lo tanto, sin utilizar un lenguaje propiamente publicitario).
Rose DeWitt Bukater
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