The Artist, déjate sorprender por algo diferente.



Creo que a la gran mayoría de nosotros se nos ha pasado por la cabeza aquello que el director Michel Hazanavicius debió sentir cuando se proyectó por primera vez The Artist. Probablemente, todos coincidiremos en que se mezclaron sentimientos de incertidumbre y deseo por conocer la respuesta del público. Hazanavicius y todo su equipo optaron por el riesgo al diferenciarse de todas las producciones realizadas durante la última década. Y aquí se encuentra la clave del éxito: quien no arriesga, no gana. 


¿Por qué es una película diferente e innovadora? la respuesta salta a la vista: está hecha en blanco y negro, es muda y presenta subtítulos del estilo de principios de siglo. Personalmente, me llamó mucho la atención que en el 2012 me quedara sumergida en una historia sin diálogos. Hay que destacar que los protagonistas no destacan por su trayectoria cinematográfica: Jean Dujardin tuvo el papel protagonista en una miniserie francesa y en su filmografía se encuentran escasas películas no realizadas en Francia. Lo mismo ocurre con Bérénice Bejo, la cual actuó en Les soeurs Hamlet de Abdelkrim Bahloul en el 1998 y la mayoría de sus participaciones han estado relacionadas con la producción francesa. Sin embargo, con sus expresiones llenan toda la pantalla y sus interpretaciones hicieron que me olvidase de la ausencia del diálogo y del color. Sin duda, hay que agradecerles la magia que le han dado al rodaje. Pero si tuviera que quedarme con algo concreto de The Artist, no dudaría en hacer referencia a su banda sonora, ya que consiguió que las emociones que se me afloraban gracias al argumento se multiplicasen: el cariño era amor y la tristeza dolor. Esta lluvia de sentimientos me resultó muy gratificante. 


Podría decir que es una gran película, sin más, pero prefiero mencionar todos los premios que ha ganado y de esa forma os daréis cuenta del gran reconocimiento que ha recibido. Todo empezó en el Festival de Cannes con la ovación del público, pero no fue hasta más adelante, cuando el mundo empezó a vislumbrar que no sería un film que se perdería con el paso del tiempo: The Artist consiguió 3 Globos de Oro, arrasó en la gala de los premios Óscar con cinco estatuillas (entre ellas la de mejor película) y ganó 7 premios BAFTA. Todo ello sin contar con quedar nominada o ganar diferentes categorías en 35 festivales, certámenes o reuniones de expertos del mundo del celuloide. 


Además, el éxito en taquilla también ha sido abrumador. Estamos hablando de una película cuyo argumento trata de la entrada del cine sonoro en la industria y cómo ésta le afecta a George Valente, una estrella del cine mudo. Su camino se cruza en varias ocasiones con Peppy Miller, que vive su máximo auge como actriz gracias a la introducción del sonido en el cine, y ambos cuentan con un destino que parece ser en común. 


Sí, se trata de un grandísimo homenaje a la época del cine mudo y todo lo que conllevaba. Los cinéfilos disfrutaréis con esta producción porque sin estar adornada con efectos especiales o grandes actores, emociona en todos los sentidos. Por este motivo la considero una película llena de pureza, que hace que el espectador salga de la sala con un sentimiento de alegría y satisfacción por disfrutar de otra manera de ver y entender el cine. 


Como reflexión personal, me gustaría plantear qué pasaría si una agencia publicitaria realizara un anuncio en blanco y negro, mudo y con subtítulos. Sin duda, utilizaría una estrategia de diferenciación, pero ¿causaría el mismo impacto que The Artist?

Rose DeWitt Bukater

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