Hoy quiero presentar en
sociedad mi último trabajo para la asignatura Diseño Gráfico II, impartida por
el profesor Juan Jesús Arrausi, y contaros qué proceso seguí para la ideación
de la parte redaccional. Este ejercicio consta de dos elementos de publicidad
gráfica: un anuncio en A4 para prensa y el diseño a proporción A3 de una valla
exterior de 8x3 metros.
La marca que elegí para
realizarlo fue Lolita Bakery, una cadena de tiendas dedicadas a los dulces,
especialmente a los cupcakes (en inglés, pastel de taza). Se
trata de un producto que surgió en Estados Unidos a mediados del siglo XIX y
que actualmente está muy de moda, hasta tal punto de haberse convertido en una
gran industria. Estos pasteles son toda una atracción que complementa fiestas y
reuniones sociales y sirven muchas veces como regalo personalizado para
cualquier ocasión especial.
Aun habiéndose
masificado, la idea original de cupcake inspira artesanía,
dado que en sus inicios (y actualmente en la faceta amateur) eran un producto
casero y hecho a mano. Teniendo esto en cuenta, empecé a atribuir al producto
una serie de connotaciones para, así, poder establecer un imaginario que me permitiera
desarrollar la campaña gráfica para Lolita Bakery. Los cupcakes,
por sus características más intrínsecas, se asocian a aquello que es pequeño,
normalmente transportado en un paquete, bandeja o caja a través de la cual la
gente que los cocina los regala a sus amigos y familiares. Es por ello que,
consecuentemente, los atributos emocionales que desprenden están muy
relacionados con el afecto, el hecho de compartir, los detalles, la delicadeza,
etc.
Alrededor del concepto
de cupcake como regalo a quién más queremos, decidí que la
estrategia que quería realizar para atraer la atención del público sería no
mostrar el producto explícitamente en las gráficas, sino sencillamente insinuar
su presencia dentro de una típica caja de cartón para el transporte de este
postre.
La técnica de redacción
publicitaria consistiría en idear un copy con gancho para transmitir cierta
sensación de sorpresa (la misma que siente alguien cuando espera un regalo que
está a punto de abrir), creando expectativas. A partir de aquí, supe que lo que
necesitaba, teniendo en cuenta el tipo de público objetivo al que se dirige la
marca (joven y cosmopolita), era redireccionar al receptor hacia la página web
de la empresa. De esta forma, se conseguiría tanto captar nuevos clientes a través
de Internet, como proporcionar más notoriedad a la marca.
Una vez sabía el mensaje
que quería transmitir y con qué estrategia quería llevarlo a cabo, empecé a
pensar slogans que tuvieran relación con esta idea. Algunos de los que
contemplé pero que finalmente acabé descartando fueron:
“Algo tan dulce tiene
que ser compartido”
“El amor en una caja”
“El amor no es siempre
solo cosa de dos”
“Nunca el amor se había
materializado mejor”
“Hasta ahora el amor no
se podía materializar”
“El amor sí cabe en una
caja”
“Si no sabes qué
regalar, regala amor”
“Ahora, todo tu cariño
en una caja”
“Ahora ya puedes ser la
persona más dulce del mundo”
“No dejes que te llamen
soso nunca más”
“Nunca más te llamarán
soso”
“Nunca una caja había
gustado tanto”
“Entra en lolitabakery.com
y aprende a endulzar tu vida”
“Hemos materializado el
amor”.
Finalmente, llegué al
slogan definitivo haciendo una selección y mezcla de algunas posibilidades que
había barajado. Éste sería aplicado a los dos elementos que conforman el ejercicio.
Además, añadí un body copy que sintetizara la idea de la campaña, diseñado
especialmente para incorporar en la publicidad de prensa:
“¿Quién dijo que el amor
no cabe en una caja? Lo hemos materializado de una forma muy especial para que
puedas compartirlo. Entra en lolitabakery.com y descubre cómo”.
A continuación, os dejo
el resultado –todavía provisional– de la propuesta gráfica para las piezas
de la campaña. Espero que a muchos de vosotros os pique la curiosidad y
visitéis la web corporativa de Lolita Bakery (aunque, después de leer esta
entrada, ya no seáis tan susceptibles como esperaría que fuese mi público
modelo).
Juzgad vosotros mismos
si se trata de publicidad efectiva. Si es así…qué pena que no trabaje a
comisión.
Amelie Poulain
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Valla publictaria A3 proporción
8x3 metros
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Pieza gráfica A4 para prensa
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