REC, una innovadora serie de películas de terror


La saga REC es una serie española de tres películas de terror que basa su argumento en la transmisión, por fluidos corporales, de un virus de extraña procedencia. Éste causa síntomas de alteración de la fuerza y aumento de la ira, aptamente asociables a las características de los muertos vivientes, los zombis, que afectados por este trastorno tienen incontrolados deseos de devorar a los humanos. 

La trilogía comenzó en 2007 con el estreno de una película que rompería todos los esquemas, dirigida por Jaume Balagueró y realizada en las ramblas de Barcelona bajo secreto. Estaba rodada como falso documental, presentado como una grabación de la vida real. Hacía uso de los códigos y convenciones propios del reportaje periodístico, situando como protagonista a una reportera de televisión que acompaña a una dotación de bomberos en un turno nocturno. Esta técnica produciría nuevas y alternativas emociones para todos los amantes del cine de terror, las historias sobre criaturas sobrenaturales o, simplemente, las carnicerías. El film se acabó situando entre los cien más taquilleros del año fuera de Estados Unidos. Obtuvo muy buenas críticas, entre las cuales destacaban, a mi parecer, algunos acertados comentarios: “Lo que más me atrae de REC es su original planteamiento, la sensación de veracidad que desprende esa falsa telerrealidad, la mordaz descripción de los vecinos”; “Es rápida, estimulante y tensa. El espectador llega al final exhausto”. Y es que la verdad es que REC constituyó todo un acontecimiento, un show que, vivido a través de la pantalla de cine, no se asemejaba a nada visto antes. 

En 2009 llegó la segunda parte, secuela de la anterior. Ésta se limitó a responder algunos enigmas que en la primera película habían quedado sin resolver. Según mi opinión, REC 2 pasó sin pena ni gloria por la cartelera y decepcionó a muchos fans que esperaban más sorpresas y superación de las expectativas que se les generaron. Confirmando mi sensación, Carlos Boyero escribía en el El País: “Tiene mucha técnica pero escasa imaginación”. Además, muchos espectadores focalizaron sus críticas en errores argumentales y giros poco apropiados, que confundían al público y convertían la película en un producto poco creíble. 

Finalmente, este año ha llegado a los cines la tercera entrega, estrenada en España el pasado 30 de marzo. Posiblemente debido a la relativa mala acogida de la segunda parte, o también a causa del cambio en la dirección, si no fuera por el título y algunos detalles bastante bien coordinados, tal vez nunca asociaríamos esta película a sus dos hermanas mayores. Esta vez, Paco Plaza tomó las riendas dejando atrás su colaboración con Balagueró, famoso por su especialización en el terror psicológico. Plaza le da un giro totalmente inesperado a la trilogía, mudando el estilo y, si nos descuidamos, hasta el género del film. REC 3 destapa el génesis mediante la historia de una boda, sucedida paralela a las narradas en las dos primeras películas. Para ello, emplea una localización a las afueras de la ciudad de Barcelona como foco de la infección, el hilo conductor de toda la saga. Esta película podría describirse como comedia de terror, potenciando, sin duda, la parte humorística y convirtiendo el miedo en algo secundario subordinado a la sangre y las tripas. Aun así, sería fácil que me quedara corta en cuanto a recursos analíticos y es que los expertos han sido capaces de comparar la película con clásicos del cine e incluso considerarla un homenaje a distintos autores destacados en la historia cinematográfica española. Por otra parte, haciendo referencia a innovaciones técnicas, podría destacarse la presentación de la película, anterior a los créditos iniciales, a modo de pantalla “menú” de reproductor de DVD y el abandono del anterior recurso de la cámara en mano. Sin embargo, la introducción está seguida de algunos vídeos cortos grabados por distintos personajes a través de teléfonos móviles y cámaras digitales, además de incorporar detalles como la emisión simultánea de programas de televisión emulados que cubren los acontecimientos paralelos mostrados en REC 1 y 2. Todo ello ha sido cocinado a fuego muy alto y bañado con una buena banda sonora que también comporta una innovación para la serie. 

Como muchos seguidores y fans de la trilogía han comentado a través de su fervorosa participación en las redes sociales, aunque Génesis se aleja de los elementos que colocaron la idea original en lo más alto, esta entrega conserva algo muy importante en la esencia de esta familia de películas: el realismo y la cercanía con el espectador. 

Quién sabe si nos espera una cuarta entrega. Si es así, todavía quedan muchos géneros que invadir y combinar con el terror. Y es que los zombis son capaces de arrasarlo todo. 

Amelie Poulain

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